viernes, 25 de julio de 2008

Carambolas

A veces -cuando te quedas a 0'09 de pillar una FPU, por ejemplo- piensas que la suerte es una mierda. En otras ocasiones, sin embargo, los astros se alinean (que no alienan), Cthulhu se agita en su letargo y el resultado es que un servidor acaba cenando con George R.R. Martin y el Papa Alejo.

Vayamos por partes. Quién es quién. George R.R. Martin es uno de los escritores de fantasía y ciencia ficción más importantes que hay hoy en día sobre la tierra. Digo esto sin haberme leido nada suyo, pero la ristra de premios Locus, Nebula, Hugo e Ignotus que tiene, así como un más o menos consenso general crítica-público parecen demostrarlo. Tengo aquí, autografiado por el autor, el primer volumen de la saga que lo ha elevado al star-system, Canción de Hielo y Fuego, que empezaré este verano, después de pasarme por la piedra Mónaco, del no menos ilustre El Que Firma los Anónimos. Su saga de fantasía -la de Martin- ha pegado un pelotazo gordísimo en el mundo no sólo friki, sino de literatura en general, hasta el punto que HBO está tramando perpetrar una serie de TV sobre la misma.

El Papa Alejo es, para todos aquellos de mi generación que crecimos al amparo de Cels Piñol y sus cómics Fan Hunter, Fan Letal, Fan con Nata... una eminencia. Se trata de un personaje de dichos cómics que está inspirado en el señor Alejo Cuervo, hoy por hoy alma de la editorial Gigamesh, especializada en ciencia-ficción, fantasía y similares.

Ya es algo bastante surrealista que R.R. Martin venga a Córdoba a firmar libros, y más en el mes de julio. Si a esa casualidad añadimos mi interés por contactar con su traductora oficial -simpática y dicharachera donde las haya, todo hay que decirlo- por motivos más que evidentes dado mi perfil intelectual y académico (de hecho, me creaba más expectación conocerla a ella que al propio Martin), que el mundo friki cordobés sigue siendo muy pequeño por lo que nos conocemos todos, que estuve en el momento exacto en el sitio adecuado y que el GRANDÍSIMO Pedro se ha portado como un verdadero crack, el resultado es que me vi sentado entre gigantes, que además publica a Martin en España.

¿Quién es Pedro? Digamos que un conocido del mundo de la esgrima al que le debo, como mínimo, un link a su sala de armas. No hace falta entrar en detalles, pero a él le agradezco la batallita para contarle a los nietos.

George R.R. Martin es un tipo gordo, barbudo, con pintas de Papá Noel, simpaticón, con ojos vivos y, en general, del tipo de persona que dan ganas abrazar. Muy interesado por la historia, andaba ahora buscando libros más o menos tipo tabloid inglés sobre la reconquista española, que le informasen no sólo de batallas, sino de amores, desamores, héroes, villanos y culebrones variados.

Alejo Cuervo es un hombre inquieto e inquietante (me remito a sus ojos), de esos que se ve a la legua que llevan muchos tiros pegados, que está metido en el ajo editorial hasta el cuello y con el que te apetecería estar hablando -más bien escuchando- todo el día, porque es de las personas de las que se tiene que aprender mogollón.

El resto de personalidades que daban cuenta del cochifrito y los flamenquines estaba compuesto por la familia de Crash Comics, que alojaron la firma de libros, algunas traductoras y respectivas parejas, Pedro y yo, en una esquina con cara de 'esto no está pasando'.

El caso es que, al terminar la noche, me encontré con que tenía un puñado de conocidos interesantes con los que contactar para el próximo congreso de ciencia-ficción, algunos contactos que me orientaron sobre el mundo de la traducción literaria y, finalmente pero no menos importante, la envidia friki de todo aquel que se ha enterado de la batallita. Yo también os quiero, hijos míos :) Esta vez, la suerte ha estado de mi parte :P

J.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues sí que da envidia, sí. Con un amigo comentaba que lo de haber estado pronto fue cómodo, pero entrar de los últimos lo mismo permitía charlar un poco con él o algo.
Bueno, pese a lo que te dije en la cola (para que me reconozcas por el comentario xD) no solo antes molabas.

Rompememes dijo...

Queridos Hermanos en la Fe de Warren (QHELFDW):

No te tengo envidia porque confío en que si sigues con tu trayectoria, algún día los hermanos del árabe loco que dirige este blog, por mor de tus contactos, podremos irnos a cenar contigo y George R.R. Martin, Neal Stephenson, Cthulhu, o incluso el mismísimo Lovecraft.

Dios Guarde a Mastropiero (DGAM)

(Recordando viejos memes de Les Luthiers)

Anónimo dijo...

Reconcomido de envidia (de la única que hay, porque eso de la "envidia sana" es como lo de la "crítica constructiva", un oximoron), me congratulo de haber conseguido que una de mis criaturas esté a merced del despiadado dios de la crítica con forma de ex-taliban afeitadito.

He realizado todos los conjuros necesarios para que la labor destripadora de este ser pueda desarrollarse en toda su plenitud y por ello he conseguido alienar a los astros bajo el grito de "¡Protoplasmas del mundo, hundíos!".

Pero lo de la envidia sigue al saber que has tenido contacto con el R.R.Martin (hermano de Aston), que, la verdad, teniendo dos iniciales tipo R.R. te da por pensar que sólo podía haber escrito una saga a lo Tolkien.

Yo sí he leído los dos primeros volúmenes de la "Canción de Hielo y Fuego" y, aparte de su acierto en intentar que la historia la cuenten distintos personajes con lo que cada uno sabe en ese momento (con lo cual hay lagunas lógicas), me ha parecido gracioso lo de pensar un mundo en el que la magia está reapareciendo (tema de zombis aparte). Creo que es un acierto poder charlar con un escritor sin haber leído nada suyo porque hablas con un autor y no con el autor de algo (y no sé si me explico).

Pero bueno, como primero está Mónaco... y a mí ya me conoces

El que firma los anónimos