viernes, 30 de noviembre de 2007

De cómo se llega a los Sueños en la casa de la bruja

Hace tiempo que quería postear esto, y hoy que estoy aburrido es el día. Gracias a esa útil aplicación que es Sitemeter, se pueden ver muchas cosas sobre la gente que entra en tu blog, y una de las más interesantes es qué bizarra búsqueda en google los ha traído hasta aquí.

Teniendo en cuenta que Sueños en la casa de la bruja está concebido principalmente como un blog literario-cultural, se debería esperar que los surferos interneteros (cutrerrima del siglo) llegasen aquí haciendo búsquedas aburridas, en plan 'canon literario', 'literatura inglesa' y cosas así. Pero oh sorpresa... me he encontrado con joyas como las que siguen (transcribo literalmente, con su ortografía original):

un capitulo de un mito: ¿mande lo qué? ¿Un capítulo de un mito de qué? ¿Por qué buscar mitos por capítulos?

tema literario de platero y yo: éste tenía que ponerlo. No porque no esté relacionado con el blog. Al fin y al cabo, es literatura. Pero es que tengo un trauma personal con Platero y yo. Creo que es de los primeros libros que me obligaron a leer (y creo que esto ya lo he contado...) y tengo grabada la imagen de los ojos de platero, como de alcanfor, o de peluche, o así como canicas de esas oscuras que había cuando era pequeño. Que me da muy mal rollo, vamos.

juegos de bruja: ¿A qué juegan las brujas? Pues está claro, al quidditch. Qué tontería de pregunta. La verdad, sigo sin tener claro qué intentaba buscar este navegante en san google...

leyendas de 10 lineas: éste quería sacar ideas para un concurso de microrrelatos. Me juego el cuello.

cuando crees que me ves cruzo mecano titulo: y éste oyó campanas pero no sabía dónde... ¡¡¡Que esa no es de Mecano!!!

si la vida te da 5 razones: jamás imaginé que uno de los temas de Manu Chao para la peli de Princesas me iba a traer tantísimas visitas. Hay muchísima gente que llega aquí con esa búsqueda. Curioso, sí señor.

me ataca una bruja que hago: invítala a jugar al quidditch. ¡Qué vas a hacer, almacántaro!

al gore vida,obra y milagros: jajajajaja. Vida, obra y milagros dice. Jajajaja. Deduzco que la gente usa google como si estuviese hablando con un amigo. Jajajajaj.

nombre y autores de novelas literarias famosas: joder... alguien que busca eso en google puede presumir de una basta (que no vasta) cultura literaria, sin duda... Venga, te digo una: Moby Dick, de Melville. Ahora te toca a tí seguir.

gigante polla elvira: ¿Per qué? Gigante polla elvira. Repítelo en voz alta, y trata de encontrarle un sentido. Es más, trata de encontrale una relación con mi blog. Al primero que lo haga, le regalo un imán en mi blog. El problema es que, además, si buscas eso en google, la primera web que aparece es este respetable blog. Dios santo. Los caminos de internet son inescrutables.

imagen de bruja: mira, aquí te dejo una. Todo sea por agradar al visitante.

cosas insolitas de brujo: Cuando Queinsolito vea esto, se mea. Sin duda, una fusión de búsqueda entre su blog y el mío. Qué cosas (insólitas).

santa marta bruja: éste lo dejo por aquí para que se entere Ratzinger Z y lo mande al infierno, que acaba de decir que existe. Ahora sí, ahora no. A ver si nos aclaramos, señores papas.

En fin, hay muchísimas más a lo largo de dos meses y pico, pero he ido cometiendo el fallo de no apuntarlas... Cada tiempo haré una selección de las mejores, y las dejaré por aquí ;)

Por cierto, ahora que he estado repasando las visitas... Hay alguien que entra en el blog con cierta frecuencia, desde Wheaton College. Que haga algún comentario, que me entere quién es!!!

Y aprovecho para daros las gracias a todos los que pasáis por aquí. Despistados (gigante polla elvira...), esporádicos, ocasionales, frecuentes y abonados. Sin gente que lea, los textos no tendrían sentido. A cuidarse.

J.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Por qué en el MEC son unos chapuceros

Ahora que parece (y digo parece) que la cosa se ha calmado un poco, y se me ha pasado algo del estrés que han conseguido esparcir por media España los impresentables del Ministerio de Educación y Anti-Ciencia, os comento lo que se cuece con las becas fpu.

Las FPU (Formación de Personal Universitario) son unas becas de cuatro años de duración, concedidas por el Ministerio a 950 afortunados en todo el país, para que realicen su tesis doctoral. No voy a entrar a criticar la más que dudosa calidad de las mismas, porque entonces ya no acabamos. El caso es que esas becas, hasta este año, podían ser solicitadas por todo aquel licenciado que hubiese empezado sus estudios de tercer ciclo, esto es, doctorado. Hasta ahí todo bien. El problema llega con que las cosas están cambiando debido a la adaptación al espacio europeo, los famosos créditos ECTS y demás. Los doctorados están desapareciendo de las universidades, y están siendo sustituidos por los llamados másteres oficiales (sí, yo estoy cursando uno de esos). En principio, los másteres son el futuro, ya que el planteamiento que se está haciendo de la universidad española tiende a acercarse al norteamericano. Esto es: cuatro años de carrera, uno más de máster y luego la tesis.

Existen, no obstante, dos o tres tipos de másteres, pues no todo el que estudia uno quiere hacer la tesis, sino que simplemente busca encontrar más opciones de trabajo. En el caso que nos interesa, nos centraremos en uno de los modelos de máster, los de carácter investigador. Según está aprobado por la Junta de Andalucía, cursar un máster de este tipo, realizando la necesaria memoria de fin de máster, equivale a haber cursado un antiguo doctorado. La principal diferencia es que los doctorados antiguos eran dos años, y el máster concentra todo en un curso académico.

Pues bien, la sorpresa ha saltado cuando en esta convocatoria de las FPU, nos han dejado en principio fuera de la misma a tooooodos los que estamos cursando un máster oficial. Para poder acceder a 'jugar' siquiera en la convocatoria, hay que tener completados los 60 créditos del máster (esto es, tener completado el equivalente a los dos años de doctorado).

Las becas FPU constan de dos partes. Primero, dos años de becario en los que se supone que te estás formando como investigador, y otros dos años de contrato en los que haces la tesis (¿quién hace hoy una tesis en dos años, por cierto?). Ahora, fijémonos en lo siguiente. La convocatoria suele salir en octubre o noviembre, y no se resuelve hasta mayo del año siguiente. Esto es, cuando un estudiante de doctorado o de máster sabe si tiene concedida la beca, ya ha acabado el primer año de doctorado o el máster. En el primer caso, se entra en la beca con el primer periodo de formación a medias. En el segundo, se supone que ya estás formado como investigador (siempre que te dejen pedir la beca MIENTRAS estudias el máster. Si no, ya lo tienes más que terminado).

Sin embargo, en ambos casos tienes que pasar dos añitos más categorizado como 'aprendiz' de investigador cuando, en el mejor de los casos, ya eres medio investigador (si tienes el primer año de doctorado terminado).

Amén de esta incongruencia tan gilipollezca, el hecho de que este año la convocatoria haya sido de una ambigüedad terrible, nos deja fuera a los que, efectivamente, estamos ahora mismo estudiando máster. Esto es, si yo no puedo pedir la FPU ahora, la tendré que pedir en noviembre de 2008, y no resolverán hasta mayo de 2009, cuando mi formación como investigador habrá terminado... ¡¡¡¡en junio de 2008!!!!

El caso es que, vista la marranada, las universidades se han puesto a chillar como locas desde los vicerrectorados de investigación, postgrado, etc. Parece que la cosa ha funcionado, porque se ha comunicado oficialmente que se va a modificar la convocatoria para que los que estamos cursando un máster podamos acceder a la misma. Pero claro, hasta que yo no lo lea por escrito en el BOE, no me lo creo. Pero bueno, la estrategia ha sido de lo más absurda. Se sigue fomentando el plan de doctorado antiguo, que está a extinguir, y se le da una buena ducha fría a todo el que ha apostado (alumnos y universidades) por los, teóricamente a consolidar, másteres oficiales. Apuestas por lo que se supone que es el futuro, y el gobierno decide seguir haciéndolo por lo que está eliminando. Ojo, que a mí me parece estupendo que los de planes de doctorado antiguo entren en la FPU, pero lo que no tiene ni pies ni cabeza es que a los que estamos estudiando el máster nos dejen fuera. Que venga alguien y me lo explique.

En fin, esperemos que verdaderamente solucionen el estropicio, porque aunque al hacerlo darán aún más sensación de chapuceros y de no tener ni puta idea de lo que escriben o tienen entre manos, al menos no nos joderán la vida a muchísima gente.

J.

martes, 27 de noviembre de 2007

Poniéndonos a prueba

Sigo convencido, cada vez más, que la cultura española entró en barrena hace tiempo, y muestra pocos signos de recuperación. Además, la entrega de los Premios Ondas de la radio no hace más que ratificar mi afirmación, amén de que los premios no dejan de ser eso, premios, pero en ningún momento son sinónimo de calidad.

El pasado mes de octubre, como digo, se entregaron los Ondas. Me imagino que muchos lo sabréis ya, y para los que no, quiero comentar que el premio al mejor programa de radio se otorgó a 'Ponte a Prueba', que se emite en Europa FM por las noches. Se le otorgó el premio, según el jurado, por "su carácter plural de vanguardia defendiendo los valores de la tolerancia, el respeto y la no discriminación a las personas, tratando los temas en clave de humor, con un lenguaje innovador y de forma desinhibida, divertida y sin tabúes".

No sé cuántos de vosotros habréis escuchado el programa, pero las veces que yo lo he hecho (digamos 5 ó 6, durante unos 10 minutos), han conseguido que el dichoso programita pase a ser el que más odio de la radio con diferencia. También es cierto que yo escucho poca radio, pero bueno. De la poca que escucho, ellos se llevan la palma. En el engendro en cuestión, se reunen tres o cuatro locutores que van de modernillos, de superguays, por el simple hecho de que cada minuto repiten unas 4 ó 5 veces palabras tan sumamente transgresoras como 'polla', 'follar', 'culo' y 'coño'. Tratan temas tan variopintos como los cuernos, las pajas (es que hay que ponerse a su altura al hablar, claro), el folleteo en general, las visitas al ginecoñólogo, los sucesos paranormales... Todo ello, por supuesto, con respeto y no discriminación, salvo cuando se habla de algún tema paranormal, que es cuando cargan las tintas sobre el que ha llamado para contarles que ve muertos debajo de su cama, o peor aún, que es su hermano el que los ve. Entonces, dejan al personaje de idiota como poco. Eso es respeto, sí señor.

Además, de los comentaristas, parece que ella es toda una sexóloga, y comenta perlas tales como que cuando vas al ginecoñólogo, normalmente en la exploración sientes un pellizco porque te están tomando una muestra de flujo vaginal. De flujo del coño, quiero decir. Claro, el flujo coñil está sumamente pegado a las paredes que hay que arrancarlo. ¿No será más bien una muestra de tejido vaginal, cacho imbécil? Y la gente llama, y les hace sus consultas sexuales, como si estuviesen ante el Oráculo de Delfos.

Entonces, según el jurado, tratar un tema de forma desinhibida y sin tabúes es estar con la boca llena de pelos todo el día de tanto coño y tanta polla. Bueno, pues la verdad es que yo a eso lo llamo ser un capullo integral, y creerse muy rompedor por hablar como Cela o como Almudena Pollas Grandes. Pues mire usted, prefiero escuchar hablar de sexo a Lorena Berdún, que sin tener que usar tecnicismos como los que vengo repitiendo a lo largo de toda la entrada, siempre ha hablado de una manera muy clara y explicativa (y al menos da la impresión de que bastante más informada) que esta gentuza.

Total, que esta mierda es considerada como el mejor programa de radio. Pues vamos de puto culo, la verdad.

Para todos los que se hayan ofendido con el lenguaje soez de mi actualización de hoy, que os den mucho por culo. Estoy intentando que me den el Ondas al mejor blog. Jodeos un poco. Chupadme la polla y no seáis mamachochos. A la mierda.

J.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Negociando con la cultura

Terminé hace unos días El País: La cultura como negocio, un libro de lo más destroyer, no apto para mentes sensibles, de M. García Viñó.

El planteamiento que hace el autor es el siguiente: los grandes grupos editoriales (con Planeta y PRISA a la cabeza), están mercadeando con la cultura, haciendo de los libros no un objeto valioso intelectualmente, sino monetariamente. El libro se ha convertido, como si de un triunfito se tratara, en un objeto que se vende con unas campañas de publicidad desmesuradas, apoyadas por una crítica podrida y comprada, que no hace sino alabar al libro de la editorial que le paga.

Hasta aquí, todo más o menos normal. No es nada que alguien con dos dedos de frente no haya intuido (pero pocos lamentado) ya. Lo realmente urticante para mucha gente en el libro que nos ocupa es que Viñó, sin cortarse un pelo, plantea que la literatura española contemporánea da ascopena, que todos los 'talentos' que se glorifican en todos los medios, recibidores de premios tan podridos como todo este tinglado, no valen dos duros. Marías, Muñoz Molina, Almudena Grandes, Rosa Montero, Elvira Lindo, Maruja Torres, Juan José Millás, Clara Sánchez, Rosa Regás, Juan Luis Cebrián, etc... son durísimamente criticados, siguiendo el procedimiento de crítica acompasada que define los principios del Círculo de Fuencarral, al que pertenece Viñó.

La crítica acompasada pretende, sin trampa ni cartón, demostrar que todos los arriba señalados, y algunos más, son unos inútiles literarios totales, y para ello el autor se vale de los cuadernos de crítica publicados en La Fiera Literaria para demostrarlo. Para seguir la crítica acompasada es casi imprescindible tener el volumen que está siendo analizado a mano pues, aunque Viñó y sus compañeros del Círculo de Fuencarral citan textualmente la sarta de errores e incorrecciones que el escritor de turno deja plasmadas en sus best sellers, así se asegura uno de que no se están sacando las cosas de contexto.

Lo primero que puedo decir, después de haber leído el libro, es que me alegro muchísimo de haber tenido, desde siempre, esa especie de intuición que me hacía ver a todos estos escritores como un grupo homogéneo, en el que todos sonaban igual, mismos títulos, mismas historias, mismas letras. Esa misma intuición me ha alejado durante 27 años de acercarme a la mayoría de ellos, aunque ahora se ha despertado un interés morboso por según qué escritores, para comprobar con mis propios ojos hasta dónde llega la incompetencia que en España se tilda de genialidad.

Lo segundo, sin duda, es comentar algunas de las principales reflexiones que se obtienen de la lectura de El País: La cultura como negocio. Como era previsible, el lector medio español tiene un criterio literario que tiende a cero, y considera como bueno cualquier libro que aparezca en las falsificadas listas de ventas porque, 'si lo ha leído tanta gente, malo no puede ser'. Es bastante inquietante también que lo que se publica o deja de publicar en un país dependa de los gustos y disgustos de los dos o tres polancos que manejan el cotarro no sólo editorial, sino periodístico/informativo en general. Y por último, que en el máximo órgano defensor de la lengua (La Real Academia) hayan entrado personas de contrastada inutilidad en el uso del lenguaje, como Cebrián (Juan Luis, no Juan Antonio), da muchísimo miedo.

Lo tercero, la parte negativa. Hay dos o tres puntos que no me convencen nada en el libro. En primer lugar, la machacona repetición de según qué conceptos, términos o lista de autores. Ya nos ha quedado claro que Millás, Pollas Grandes, Marías y compañía son nefastos. No hace falta repetir la lista cada dos o tres páginas, que cansa. Sospecho que, al estar el libro construído en gran parte con artículos previamente editados en La Fiera Literaria, a la hora de unirlos queda todo un poco machacón. Pero ahí debería de haberse realizado una labor de 'limpieza', para evitaar que en ocasiones el texto se convierta en una repetición casi textual de páginas anteriores.

Además, hay bastantes erratas, que afean muchísimo la meticulosa labor de crítica que llevan a cabo en el libro. Una corrección minuciosa previa a la publicación hubiese sido estupenda, porque no se puede criticar la falta de estilo narrativo de un autor si lo hacemos con un texto lleno de erratas.

Por lo demás, chapó. Un libro que debería leerse todo aquel que se compre lo que recomiendan en el babelia y el cultural. Se le iban a quitar las ganas.

J.

jueves, 22 de noviembre de 2007

¿Cthulhu atacando NYC?

Probablemente muchos hayáis ya oído hablar de esta historia. Resulta que de la mente del productor de Perdidos ha salido una película, de la que todavía no se está seguro ni del título, aunque de momento se conoce como Cloverfield. En el trailer que puede verse por la red, lo que queda claro es que la película va de un bicharraco gigante que ataca Nueva York, y que parece que está rodada cámara en mano.

Se ha especulado mucho, muchísimo, sobre qué clase de criatura puede ser la protagonista de la película, pues su figura sólo se adivina durante un segundo entre dos edificios, y apenas se dan pistas. Primero se pensó que era una nueva entrega de Godzilla, y ahora parece que la hipótesis que toma más fuerza es que el bichito en cuestión sea, ni más ni menos, que papá Cthulhu.

Habiendo visto el trailer, leído algunas cosillas y visto algunas capturas, sólo me queda decir que no creo que sea Cthulhu y que, es más, espero que no lo sea.

La primera 'prueba' que tengo para creer que no estamos ante el primigenio es que el director ha dicho que se trata de algo totalmente original. Sería tener la cara durísima plagiar a Lovecraft y decir que es original, así delante de medio mundo. En segundo lugar, hay un momento en el trailer en el que se intuye a una mujer explotar detrás de unas cortinas, como si algún tipo de engendro estuviese saliendo de su interior. Cthulhu no hace esas cosas, teóricamente. Al menos, no hay ninguna criatura que yo recuerde asociada a los Mitos que viva como un alien, incubando dentro de las personas.

Y la razón por la que espero, fervientemente, que no sea mi querido y pestilente calamar, es que estamos ante una película de Hollywood, y si osan poner a Cthulhu como ente invasor, lo que está claro es que no conseguirá su (más que loable) propósito de comerse a la humanidad. Hollywood es Hollywood. De esta manera, si me plantan al todopoderoso extraterrestre siendo abatido por los protagonistas de turno gracias a dios sabe qué medios, me da un algo. Period.

J.

martes, 20 de noviembre de 2007

Un invento curioso

El otro día, en una clase del máster, se habló de un cacharrito que ha sacado Sony, el Sony Reader. En principio, cuando lo estuve mirando por encima, no me acabó de convencer. Venía a ser un gadget algo mayor a una PDA y con la única opción de leer libros (y parece ser que también mp3, aunque no es un gran reproductor). Sin embargo, mirando detenidamente los análisis, he descubierto que tiene alguna característica que lo hace muy pero que muy interesante. En primer lugar, los de Sony han desarrollado un sistema denominado tinta electrónica, que ofrece una nitidez de caracteres en la pantalla increíble. No he visto el artefacto funcionando en mis manos, pero por las fotografías lo que se adivina es que, verdaderamente, el efecto es como el de estar leyendo un libro.

El sistema de iluminación de la pantalla es, además, muy interesante. Han desarrollado un método por el cual la luz parece llegar 'desde arriba'. Esto es, como si estuviésemos iluminando la página desde fuera, por lo que todo es muchísimo más natural (y sospecho que menos cansado para los ojos). Además, mientras se está leyendo, no consume batería (!!!), por lo que sólo gasta en el momento de pasar página. La estimación de duración de la batería es de 7500 páginas. Tela.

El problema, como siempre, el precio. Ronda los 350 €. En EE.UU., por supuesto, 350$ (que es algo que nunca entenderé. Equiparar dólares a leuros. ¿Estamos locos o qué?). Pero bueno, el primer paso a la lectura cómoda electrónica está dado. Me imagino que ahora, si el cacharro funciona, empezarán a salir modelos de la competencia, ajustándose los precios. Y si no funciona, bajará el precio también. A esperar toca.

Más información sobre el artefacto demoníaco aquí.

J.

P.d: ahora, mirándome los comentarios en el link que os he dejado, veo que están saliendo más aparatos similares, de características incluso superiores. Qué bien, qué bien. :P

viernes, 16 de noviembre de 2007

Ya están aquiiiiiií...

Como si de un poltergeist se tratara, la convocatoria de las FPU ha llegado. Se ha colado de repente, casi casi sin avisar (bueno, ya había alguna filtración pero nadie estaba seguro). Dos meses y medio de retrasos para no encontrarnos con casi absolutamente nada nuevo. Estamos buenos... En fin, que como estoy un poco como los locos leyéndome y releyéndome la convocatoria, os dejo. Tened buen fin de semana y no fuméis porros que les echan droga.

Os dejo con una galería que vi hace tiempo y me encantó. Disfrutadla.

J.

jueves, 15 de noviembre de 2007

¿Informando o dando carnaza?

El otro día, arreglando el mundo con Pingu, como solemos hacer, tuvimos una discusión acerca de los medios informativos. Hace un par de días, a raiz de un incidente en un partido de baloncesto en Israel, en el que un petardo-barrena de TNT le voló 3 dedos a un guardia de seguridad y todos pudimos ver tranquilamente las imágenes, volví a pensar sobre el tema.

Hace ya algunos años, recuerdo que era impensable ver según qué cosas en los informativos. La imagen típica del zapato en la cuneta tras un accidente de tráfico ya se consideraba de bastante mal gusto. Pero poco a poco, la cosa ha ido a peor, y ahora ya un zapato es una niñatada. Ahora hay que ver, si es posible, el accidente. Y si no, a las víctimas desangrándose y con los sesos esparcidos por el asfalto.

En los días posteriores al 11 de septiembre, todos vimos a gente tirarse por las ventanas, a gente ensangrentada corriendo por las calles, a gente mutilada, a gente muerta... Y tan panchos. En EE.UU. parece ser que hubo un pacto entre los mass media para evitar este tipo de imágenes. Hay quien dice que eso es una forma de censura. Yo, sin embargo, lo apruebo. Para mí eso no es informar. Eso es dar carnaza, servir el morbo en bandeja a la hora del almuerzo o de la cena, cuando todos estamos en casa delante del televisor. ¿Qué necesidad hay de ver a treinta personas tirándose desde la planta 80 de la Torre Sur? ¿Qué necesidad de ver una imagen escalofriante del tipo de seguridad, de rodillas y gritando al aire, con la mano mutilada y ensangrentada? ¿No nos basta con saber que murieron 3000 personas en Manhattan en un ataque terrorista o que debido a una bengala-petardo un miembro de seguridad ha perdido tres dedos? No. Tenemos que verlo. No basta con saber, como todos sabemos, que todos los días mueren africanos en el Estrecho. Hay que poner, a primera página y en color, el cadáver de uno de ellos con la calavera completamente enlucida, pues toda la carne que había rodeado su cráneo ha sido devorada (no sé cuántos recordaréis esa foto, pero a mí no se me va a olvidar en mucho tiempo).

El caso es que, debido a que todo eso está pasando, se nos presupone el derecho de verlo. Por eso, en los informativos, nos comentan antes de pasar el corte que 'la siguiente secuencia puede herir su sensibilidad', o que 'las imágenes que van a ver son de una dureza tremenda'. Cada vez que escucho eso en televisión, es como si estuviese escuchando 'llamen a toda la familia, a los vecinos, reúnanse delante del televisor. Tenemos la carnaza que andan buscando para el postre'.

Siguiendo esa misma política, como ya le comenté a Pingu, creo que también sería de rigor informativo el ponernos el vídeo que grabaron el caníbal aquel alemán y su víctima, mientras se comían los genitales del segundo. O todas y cada una de las ejecuciones que hay en los corredores de la muerte de todo el mundo.

El problema es que, muy a mi pesar, me temo que todo eso no tardará en llegar. Seré una nenaza, un censor, o como queráis llamarme, pero a mí todo esto me da mucho ascopena. Estamos volviendo, cada vez más, al circo romano. Ya no nos basta con el fútbol. Ahora queremos ver mutilaciones de verdad, muerte en directo. Como los gladiadores son otros, no hay problema.

J.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Viento en popa a toda vela...

Anoche, por fin, llegaron buenas noticias para la lírica... El MEC me ha concedido el préstamo-ayuda para estudiar el máster. ¿Qué implica eso? Bueno, pues que me han dado un préstamo de 800€ mensuales más el importe de la matrícula, con unas condiciones inmejorables. Esto es, sin intereses, a empezar a devolver cuando esté cobrando 22000€ mensuales, devolución en 8 años (unos 100€ al mes), y, si después de 15 años, no he saldado la deuda, ésta prescribe. ¿Se puede pedir más? Sí, claro... que los bancos sepan de qué va todo. Me he llegado a una de las entidades colaboradoras con el convenio y, tras hacerme esperar media hora larga, el director de la misma me ha dicho, textualmente 'Joder, no tengo ni puta idea de qué es esto. Déjame que lo investigue y mañana te llamo'. Qué clase...

La principal repercusión de esto es que voy a poder costearme más cositas, más libros, más viajes... Y como ya veo al señor Rompememes con la escopeta cargada, sí, me estiraré más estas navidades. Así que, a falta de FPU, de momento me arreglan el curso con este préstamo-ayuda.

Si estás estudiando un máster oficial y te interesa, tienes hasta junio de 2008 para pedir las ayudas. Todo el proceso se hace por internet, y tardan un máximo de 45 días en confirmarte si te conceden el préstamo o no. Toda la información, pinchando aquí.

En otro orden de cosas, el otro día comentábamos en el máster la mala malita suerte que tiene Beowulf con las adaptaciones cinematográficas. Después de aquel despropósito perpetrado por Christopher Lambert y compañía, llega una superproducción divina de la muerte, que podría hasta pasar por interesante de no ser porque... ¡¡la madre de Grendel es Angelina Jolie!! Para los que no hayáis leído el fantástico poema épico, o no conozcáis la historia, os comento que en el poema original, la madre de Grendel, malo maloso de la historia, es como el monstruo de final de pantalla. Una especie de demonio-dragón, criatura del averno o como quieras llamarlo. Pero no, Angelina Jolie. Lo que faltaba. Si por lo menos hubiesen puesto, no sé, a Steve Buscemi, por lo menos es feuno. La Jolie. Si Beowulf levantara la cabeza.

Sí, ya sé que la estoy criticando sin tan siquiera haberla visto. Pero es que esas cosas ya dan mala espina de primeras. Y también sé que iré a verla. No tengo remedio.

J.

martes, 13 de noviembre de 2007

Cuando la poesía se hace música

Ellos son parte de una elite (que sí, que elite se puede escribir sin tilde). Son un puñado de agraciados que, inspirados por las musas, son capaces de hacer surgir toda la literatura que tienen dentro, ponerle música, y crear joyas sonoras. Aquí tenéis los que son, sin duda, algunos de los mejores tropos de la música española. Sin palabras me quedo:

'Pilas alcalinas pa mi corazón cansado' (José Mercé)

'No hay marcha en Nueva York, y los jamones son de york' (Mecano)

'Suerte que mis pechos sean pequeños y no los confundas con montañas' (Shakira)

'Sufre mamón. Devuélveme a mi chica o te retorcerás entre polvos picapica' (Hombres G)

'Sarandonga... nos vamos a comé... Sarandonga... un arroz con bacalao' (Lolita)

'Muevo la cabeza, muevo el esternón, muevo la cadera siempre que tengo ocasión' (Alaska)

'Cuando crees que me ves, cruzo la pared. Hago 'chas' y aparezco a tu lado' (Alex y Cristina)

'Señorita azafata el menú me ha hecho daño. Sería usted tan grata de acercarme al baño uoouo' (Mecano x2)

'Bulería bulería, tan dentro del alma mía' (Bisbal)

'No seas membrillo y permite pasar' (Héroes del Silencio)

'Voy contra el viento sideral. Revoluciones que vendrán. Pero una estrella lleva tu nombre' (Macaco)

'Saber que piensas volver algun día cuando los sapos bailen flamenco. Y yo te espero, ya ves, aunque no entiendo bien que los sapos puedan dejar de saltar y bailar lejos de su charca' (Ella Baila Sola)

'Porque yo lucho, yo lucho, y después siempre me ducho' (Kiko Veneno)

'Se me jode el coche, me deja mi novia, qué mareo cuando subo a la noria. No estoy moreno, estoy quemado, y los mosquitos me han destrozado' (Hombres G x2)

'Bailar pegados es bailar igual que baila el mar con los delfines' (Sergio Dalma)

'La barbacoa, la barbacoa, cómo me gusta... la barbekiú' (Georgie Dann)

'Más triste que un torero al otro lado del telón de acero' (Sabina)

'Mami qué será lo que tiene el negro' (Georgie Dann x2)

Bueno, a ver cuántos fundamentalistas musicales saltan... antes de que os pongáis hechos unos basiliscos, que nos conocemos, que quede claro que a mí me gustan algunos (sólo algunos) de los arriba figurantes, ¿eh?

¿Qué? ¿Tenéis alguna aportación?

J.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Agonías y reyes

Antes de nada, os informo del resultado de la 'locura literaria' de la que os hablaba en el post anterior... No lo conseguí :P El caso es que me fusilé en menos de un día 250 de las 300 páginas del libro, y si hubiese apretado un poquito, me lo hubiese terminado entero, pero la verdad es que tampoco quise agobiarme con el tema, y como ya llevaba buena parte leída, iba más que sobrado. En cuanto lo termine, pongo la crítica por aquí.

Este fin de semana, tras una visita exprés a Madrid, me he traído una pequeña angustia existencial, que ya tenía desde hace tiempo, pero que cada vez que paso por sitios así, crece un poquitín más. Se trata del sentimiento de agobio que te da entrar en una sección de librería como la de Fnac o en una librería como la Casa del Libro. Te pones a dar una vuelta por allí, a mirar un poquito lo que tienen, cómo andan de fondos, y empiezas a hacer anotaciones mentales de libros que quieres leerte y obtener en breve. Cuando llega el momento en que ya no recuerdas el primer volumen que pusiste en mente, te agobias y comienzas a pensar que tienes 27 años, que con suerte vivirás 50 ó 55 más, y que no hay forma humana de leerse todos los libros que te gustaría. Qué ansia, ¿no? Pues a mí me pasa.

El problema sigue, además. Estuve echando un vistazo a mi biblioteca, y me he dado cuenta de que debería dejar de comprar libros por una temporada larga (digamos 2-3 años), y leerme los que llevo atrasados. Pero la cosa se complica cuando llegas a la librería, ves ese libro que llevas tiempo esperando, y sabes que tienes que comprarlo porque, si te esperas 2 ó 3 años, va a estar fuera de catálogo seguro, o va a ser una odisea encontrarlo, salvo que sea un clásico.

Creo que todos los que leemos tenemos una 'lista de espera' más o menos larga. ¿Soy el único que no la respeto? Es decir, ahora me estoy terminando un libro, y tenía ya pensado cuál iba a ser el siguiente. Pero de Madrid me he traído el nuevo de Susanna Clarke (a la que tengo que dedicar una entrada pronto) que está, sin duda, a puntito de ser devorado. En cuanto termine el que tengo entre manos. El otro puede esperar. A la mierda con mis listas de espera. Pero así no acabamos nunca :P

En fin, después de este montón de agonías existenciales, no quiero terminar sin celebrar, a mi manera, ese momento histórico en el que ese rey tan nuestro, tan colorado como el vino de toro, mandó callar a ese otro personajillo de la farándula internacional. Aquí se ve que entre bobos anda el juego. Vamos listos. El caso es que, adelantándome un mes y medio a tan señaladas fiestas que se aproximan, quiero dejaros uno de los mensajes de Navidad más molones del Juancar. Para que veáis que por la boca muere el pez. Sed malos.

J.


jueves, 8 de noviembre de 2007

Locuras literarias

A veces, como a todo el mundo, me ocurren cosas que no son muy premeditadas ni, por supuesto, de especial agrado. El caso es que el nuevo reto que estoy llevando acabo desde anoche es leerme No country for old men, de Cormac McCarthy. Hasta aquí no parece cosa del otro mundo. Leerse un libro, buah! Bueno, para algunos sí que será todo un reto, por el simple hecho de tener que leer, claro :P

Pero los problemas llegan cuando:

1.- Te dicen ayer, miércoles, que te tienes que leer el libro para el viernes a las 11 de la mañana.
2.- Te lo tienes que leer en inglés.
3.- El libro no está en ningún sitio.

Así que, como siempre, tiramos de esa maravilla de la ciencia llamada internet y p2p, y consigo descargar el libro a última hora de la tarde de ayer. Me pongo con él a las 12 de la noche y, oh sorpresa, nuevo contratiempo... está escrito en inglés texano, que viene a ser como leer un libro escrito en andalú. Pero bueno, es un contratiempo menor. A estas horas (15.20 de la tarde del jueves) tengo algo más de medio libro liquidado. No sé si me dará tiempo, pero por lo menos creo que lo dejaré casi casi listo para sentencia.

Las secuelas previsibles: atontamiento y lucecitas que no existen en todo mi campo de visión (porque, además, estoy leyéndolo en el ordenador, claro), y paranoia de pensamientos acerca del libro que, dicho sea de paso, está de putísima madre.

Si os suena de algo, tal vez sea porque la nueva peli de los Coen está basada en dicha novela, tiene el mismo título y sale Bardem con un peinado nunca mais. El trailer, aquí.

En fin, todavía estoy lejos de esa profesora genial que un día nos confesó que se había pasado un día entero (!!!!!) leyendo sin parar. Sí, 24 horas. Voy a seguir con lo mío :) Ya os contaré si consigo acabarlo o no a tiempo. Me encantan estas locuras.

J.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Lecciones literarias, capítulo 6: la verosimilitud y la ficción literaria

Hace un par de años, Dan Brown, ese que escribe bestsellers como rosquillas, saltó a las páginas de todos los periódicos españoles porque, en una nueva novela que iba a aparecer en nuestro país, se describía España como un país tercermundista, con unos hospitales que parecían salidos de Silent Hill, con una Giralda poseedora de unas escaleras asesinas (cuando en realidad lo que tiene son rampas)...

Obviamente se montó la traca porque el reflejo que se hacía del país en la novela, que sería leída por infinidad de gente a lo largo de todo el mundo, sería terrible. El daño, desde luego, ya estaba hecho, ya que la novela se publicaba en España bastantes años después de su publicación original en inglés.

Todo esto está relacionado con un problema que hay profundamente arraigado en el colectivo lector. Se trata de conceptos como verosimilitud, suspensión de la incredulidad y, ante todo, el concepto de ficción.

Partamos de la base de que, si todo el mundo que abriese una novela (y hago hincapié en la palabra 'novela'), fuese capaz de pensar que está ante una obra de FICCIÓN, otro gallo cantaría. Y es que parece que hay cada vez más gente que piensa que por estar en formato libro y en la sección de novedades de la librería de El Corte Inglés, ya es verdad. Aunque parezca mentira, la tendencia general es esa, la gente piensa cada vez más que lo que le cuentan en las novelas es cierto. Tengo la idea intuitiva de a qué puede deberse ese proceso involutivo del lector, y creo que es culpa del bombardeo que estamos sufriendo últimamente con novelas históricas llenas de enigmas y de soluciones, o narraciones históricas a secas. La gente ve un texto que habla de la sábana santa, de los reyes católicos, de los templarios o de Da Vinci, y ya da por cierto que hay, al menos un amplio fono de verdad en todo ello. QUE NO, JOER. Que una novela es mentira. Que es como los cuentos de los Grimm. Que un escritor, por definición, es un embustero, y eso es lo que hace magistral a la buena literatura: si el lector es consciente de que le están mintiendo, es capaz de dejar de lado sus prejuicios e ideas y creerse lo que le cuentan mientras tiene el libro abierto. Y ya. Cuando cierra el libro, la ilusión debe desvanecerse.

Existe un contrato no escrito en el mundo de la literatura, llamado suspensión de la incredulidad, por el cual el escritor se compromente a contar mentiras y el lector a dejar de lado su mundo real al abrir la novela, y sumergirse en el mundo de esa novela. Los problemas llegan cuando el lector sigue creyendo en lo que lee al acabar la novela. Es como leer a Tolkien y pensar que verdaderamente la Tierra Media existe. Pero ¿tú estás tonto o qué? O leer que la sábana santa está vigilada por templarios no-muertos en un albergue juvenil de Toledo, y montarse una excursión para verla.

¿Dónde está el fallo? Sinceramente, no lo sé. La gente no deja de ir a Asturias porque cree que hay niños fantasmas después de ver El orfanato. Es decir, con el cine no pasa. Supongo que sigue imponiendo mucho respeto y sensación de 'verdadero' un texto escrito y publicado. Triste, pero me temo que es así.

Junto con todo esto, pero no revuelto, está el criterio de verosimilitud. Se lo debemos ni más ni menos que a Aristóteles (sí, ese que no sabemos qué escribió sobre la comedia, digan lo que digan en El nombre de la rosa. Que no, que aunque Eco lo escribiese, La comedia de Aristóteles sigue perdida), y sigue teniendo plena vigencia. Para explicarlo muy sencilla y gráficamente, el criterio de verosimilitud viene a decir que los burros no vuelan, pero si vuelan, las orejas deben ir hacia atrás al volar. O lo que es lo mismo, el Balrog de Moria no existe, pero si existe y está en llamas, si lo tocas te quemas.

La verosimilitud dota a toda la novela de consistencia, de credibilidad. No he leído la obra de Brown de la que hablo al principio (ni estoy seguro de si era La fortaleza digital, que vaya título, dicho sea de paso...), pero según lo que se comenta que incluye, a esa novela le falta verosimilitud por todas partes. Pero la gente no lo ve. ¿Cuántas escaleras conocéis que sean famosas por 'haber muerto muchos turistas en ellas'?

Recordad. Todo lo que encontráis en una novela es mentira. Todo. Es posible que hasta el nombre del autor. Y por supuesto, la contraportada, la introducción en la que se cuenta cómo ha viajado por todos los sitios que se describen, el epílogo misterioso... todo. Pero no, seguiremos sin enterarnos.

J.

martes, 6 de noviembre de 2007

Llamando a la Tierra


Que los documentales pueden tener un hilo argumental es algo que quedó demostrado en películas como El viaje del emperador. Que, además, pueden ser fantásticos productos cinéfilos, ha sido ratificado por innumerables cintas desde que se estrenara Microcosmos.

Tierra, la película que nos ocupa, es todo eso y más. Siguiendo, principalmente, la vida de una familia de osos polares, una ballena jorobada y su hija y una manada de elefantes africanos a lo largo de todo un año, el documental nos presenta rincones salvajes y remotos (según el punto de vista de España, claro…) de todo el planeta, de polo a polo. La calidad de las imágenes es indiscutible; la fotografía, una gozada. Tomas aéreas del Himalaya o de espectaculares cataratas, rodajes submarinos de las ballenas nadando, cámaras nocturnas mostrándonos qué ocurre al lado de una charca en medio del desierto, compartida por leones y elefantes.

Pero Tierra llega en determinados momentos donde no había llegado antes ningún otro documental. Hay una secuencia en la que un guepardo caza a un antílope, rodada con una pulcrísima cámara lenta, que hace que en la escena los ‘intérpretes’ realmente parezcan ir a esa velocidad. El momento en el que el felino atrapa al antílope, la rendición de la presa, el bocado en el cuello… me dejó una sensación muy especial, pues todo parecía casi preparado con los animales. La sensación, muy al contrario de ser la típica que tenemos con este tipo de imágenes en los documentales (qué cruel es la naturaleza, la ley del más fuerte, etc etc), se acerca más a la que pudiéramos experimentar visualizando algún mordisco que Gary -Drácula- Oldman propina en la película de Coppola.

Por otro lado, el documental contiene los hoy en día inevitables ataques a la conciencia del espectador, llamadas de atención sobre el calentamiento global y demás. Aunque eso es otra historia. Yo me quedo con la de los animales, con la de esos monos que se meten en el agua con las manos en alto, como diciendo ‘¡Qué fría está el agua, leche!’.

J.

lunes, 5 de noviembre de 2007

De culo y sin frenos


Este año van ya dos meses largos de retraso en la convocatoria de las becas FPU, esto es, la beca doctoral que voy a solicitar para poder hacer la tesis. Si no me la dan, bueno, pues habrá que buscarse otra forma para investigar. Pero el problema es que, al ritmo que vamos, si tenemos en cuenta que otros años, cuando la convocatoria ha salido el 1 de septiembre, se ha resuelto para mayo-junio, estoy viendo que no me enteraré de si soy becario FPU o no hasta septiembre de 2008, con el agravante, además, de que desde que te incorporas a trabajar hasta que empiezan a pagarte tardan un par de meses. Es decir, que a principios de noviembre como estamos, y suponiendo que me concediesen la beca (y, ante todo, que la convocatoria salga YA), empezaría a cobrar dentro de 13 meses más o menos. Qué tristeza, por favor.

Para acabar de arreglar la faena, el gobierno ha decidido que, ya que los precarios habían conseguido la parcial consecución de una de las reivindicaciones históricas del colectivo (ser considerados trabajadores cotizando en la seguridad social, cosa que ahora ocurre tan sólo en los dos últimos años de la beca, pero algo es algo), van a recortar más todavía esa cotización, que por supuesto no era, ni de lejos, por los 1200€ que te pagan, si no por unos 800 o así, si no estoy mal informado. Según ellos, 'fomentará la investigación porque se podrán ofertar más becas'. Ajam. Lo siguiente ¿qué?, ¿bajar el sueldo (perdón, la cuantía de la beca. El sueldo es para trabajadores) de las FPU a la mitad para poder ofertar el doble de becas? Se les tendría que caer la cara de vergüenza. Y luego la gente dice que la investigación en España es una mierda porque los investigadores se van al extranjero...


J.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Americanadas

En estos últimos días he escuchado infinidad de veces cómo mucha gente se jactaba de no celebrar Halloween por ser una americanada. Supongo que, como suele ser común en estos casos, la gente piensa que queda de lo más antiamérica/antiglobalización/anti-imperialismo del mundo.

El caso es que, como curiosidad inicial, os comento que el origen de Halloween no es americano, sino celta. Cierto es que la expansión de la festividad a nivel mundial se debe, sin lugar a dudas, a la publicidad e influencia que recibimos de los Estados Unidos.

Yo este año no me he disfrazado (de hecho, creo que no lo he hecho ningún año, ni siquiera el pasado, cuando estuve allí), pero salí a la calle y me divertía ver a la gente vestida de bichos rarunos por ahí, liando la traca. Es más, yo diría que ya casi se ve, al menos en Córdoba, más gente disfrazada en Halloween que en los carnavales (no porque haya mucho disfraz en Halloween, ojo, sino porque los carnavales por aquí llevan varios años de capa caída).

Es cierto que lo que aquí tenemos es una versión sucedánea de lo que es un verdadero Halloween, porque lo primero que no hay es niños pidiendo caramelos de puerta en puerta, que viene a ser uno de los ejes centrales de la festividad. Según me comentaron algunos padres yankis, Halloween ayuda a los niños a enfrentarse, de manera más o menos divertida e inofensiva, a un tema tan complejo como es el de la muerte.

Tampoco tenemos calabazas para vaciar y montar linternas demoníacas, que os prometo que es una de las cosas más divertidas y a la vez asquerosas del mundo. Te pones de calabaza hasta los codos.

Supongo que todos aquellos que reniegan de la americanada se habrán resignado y habrán pasado el día 1 comiendo gachas y llevando flores a los cementerios; siendo la segunda actividad, como todos sabemos, harto más estimulante y divertida (y harto menos hipócrita) que disfrazarse de zombi y salir a la calle a asustar pijas. También supongo que esos mismos puristas anti-imperio no tendrán ningún pantalón vaquero en su armario, no habrán visto (o al menos disfrutado) películas como Ciudadano Kane, Casablanca, Forrest Gump (que por cierto, es lo más 'América' que se ha hecho en los últimos años), no escucharán a los Red Hot Chili Peppers, a Elvis o a Sinatra, no usarán bombillas, no verán ningún reality show tipo Gran Hermano u Operación Truño, no verán ningún programa latenight tipo Crónicas Murcianas, no escucharán rap o hip-hop... ya que, como todos sabemos, esto no son sino otro tipo de americanadas. ¿O tenemos memoria selectiva, tal vez?

La cosa es que, aun sin haberme disfrazado por, como siempre, una total falta de previsión y un ataque de pereza, Halloween me gusta. ¿Que es una americanada? Pues sí, tal vez. Pero lo prefiero a la versión 'españolada' de las flores en los cementerios. De lejos.

J.