El volumen recoge una colección de relatos de Alan Sillitoe, bajo el título genérico del primero de los cuentos que se incluyen. La soledad del corredor de fondo -que inspiró una magnífica canción del mismo título de Iron Maiden hace ya algunos añitos-, narra los pensamientos que, durante los entrenamientos, tiene un joven internado en un reformatorio que basa la reinserción en el deporte.
El resto de relatos sigue la línea del inicial, y el libro queda preñado de personajes marginales, de las clases más bajas de la sociedad inglesa de los años previos a la Segunda Guerra Mundial, que se desliza como una sombra amenazante en muchos de los textos.
Niños, parados, madres, parejas que se tambalean, fracasados, retrasados mentales, suicidas inútiles... se dan cita a lo largo de los relatos que componen el libro.
El realismo sucio predominante en la época se ve salpicado por algunas gotas de humor bastante negro -el relato del suicida, por ejemplo-, y Allan Sillitoe posa su vista en aventuras mínimas, troperías domésticas, paseos por ferias, anécdotas cotidianas de las clases más bajas.
La soledad del corredor de fondo es un libro deprimente, gris, plomizo, pero a la vez entretenido de leer, a veces incluso simpático.
La gran faena es la edición que ha caído en mis manos, de la editorial El Tercer Nombre. Del libro hay bastantes ediciones diferentes, pues estamos ante un clásico de renombre, pero me decanté por ésta porque tenía pinta de estar bien cuidada, me gustó mucho la fotografía de portada ,estaba en pasta dura, etc.
El papel es de una calidad excelente, la encuadernación bastante sólida, la presentación muy limpia, pero los problemas llegan cuando empiezas a leer. Hay bastantes erratas, la traducción patina en numerosas ocasiones, no hay un mísero índice que te ayude a localizar un relato en particular y, lo que es peor, en la primera página anuncia una supuesta introducción que luego resulta inexistente. Muy mal por la gente de El Tercer Nombre, la verdad. Los 20€ que me costó me han sabido a fraude. Menos mal que por lo menos me gustó.
Pero bueno, muy recomendable en cualquier otra edición.
J.
El resto de relatos sigue la línea del inicial, y el libro queda preñado de personajes marginales, de las clases más bajas de la sociedad inglesa de los años previos a la Segunda Guerra Mundial, que se desliza como una sombra amenazante en muchos de los textos.
Niños, parados, madres, parejas que se tambalean, fracasados, retrasados mentales, suicidas inútiles... se dan cita a lo largo de los relatos que componen el libro.
El realismo sucio predominante en la época se ve salpicado por algunas gotas de humor bastante negro -el relato del suicida, por ejemplo-, y Allan Sillitoe posa su vista en aventuras mínimas, troperías domésticas, paseos por ferias, anécdotas cotidianas de las clases más bajas.
La soledad del corredor de fondo es un libro deprimente, gris, plomizo, pero a la vez entretenido de leer, a veces incluso simpático.
La gran faena es la edición que ha caído en mis manos, de la editorial El Tercer Nombre. Del libro hay bastantes ediciones diferentes, pues estamos ante un clásico de renombre, pero me decanté por ésta porque tenía pinta de estar bien cuidada, me gustó mucho la fotografía de portada ,estaba en pasta dura, etc.
El papel es de una calidad excelente, la encuadernación bastante sólida, la presentación muy limpia, pero los problemas llegan cuando empiezas a leer. Hay bastantes erratas, la traducción patina en numerosas ocasiones, no hay un mísero índice que te ayude a localizar un relato en particular y, lo que es peor, en la primera página anuncia una supuesta introducción que luego resulta inexistente. Muy mal por la gente de El Tercer Nombre, la verdad. Los 20€ que me costó me han sabido a fraude. Menos mal que por lo menos me gustó.
Pero bueno, muy recomendable en cualquier otra edición.
J.
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