martes, 25 de noviembre de 2008

Poder y terror, de Noam Chomsky

Chomsky, además de ser la pesadilla de todos aquellos que hemos estudiado en algún momento lingüística, o incluso programación computacional, es, además, un reconocido activista político.

Tras los ataques terroristas del 11-S, han sido muchas y variadas las reacciones, literarias y ensayísticas, que han existido sobre el tema. Poder y terror es el resultado de una amplia entrevista realizada al pensador, con motivo del rodaje de un documental, así como la transcripción de varias charlas que el propio Chomsky impartió a lo largo del año 2002 en diversos puntos de la geografía estadounidense.

Poder y terror es, probablemente, un libro que nació demasiado preñado de dolor, rabia y odio. Hoy por hoy, en 2008, somos muchos los que coincidimos en que la política exterior de la administración Bush es un auténtico desastre, pero Chomsky se vislumbra bastante enfadado en su discurso. Llamando a las cosas por su nombre, atacando a la historia de mini-holocaustos que EE.UU. ha ido sembrando y apoyando a lo largo de su historia -Palestina, Irak, Turquía, Vietnam, Sudamérica, etc.-, y que son sistemáticamente borrados de la memoria histórica norteamericana, el lingüista-filósofo-hombreparatodo carga las tintas contra EE.UU. y explica, con claridad meridiana, cómo el país estuvo detrás de asuntos tan 'olvidados' como el gaseamiento de kurdos en Irak de la mano del poco después demonizado Sadam.

El indudable rol que las corporaciones armamentísticas juegan en todo esto aparece también en el libro, todo ello sin pretensión de justificar los ataques sufridos en Nueva York, pero tratando de entrever las razones por las que dichos ataques se produjeron. Razones que, por otra parte, 7 años después, están más que claros para cualquier peatón con sentido común.

Un libro interesante para leer con perspectiva, pues en el momento de la edición del mismo la guerra de Irak no había estallado aún, y ponerlo en cuarentena teniendo en cuenta las circunstancias bajo las que fue escrito, esto es, tal vez muy precipitadamente, poco reflexionado o, como se suele decir, en caliente.

Curioso, además, el ver cómo Chomsky ataca sin piedad al estado de Israel y sus 'intervenciones' en Palestina, siendo él mismo judío.

J.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vale, ya tengo uno para pedir en Reyes.

Salu2