viernes, 2 de mayo de 2008

Shine a Light

Como me niego a dedicarle tiempo al nuevo 'académico' (por ponerle algún nombre) Marías, voy a hablar de otros menesteres que me ponen menos de los nervios: cine y música.

El otro día estuvimos viendo Shine a Light, lo último de Scorsese, que viene a ser un concierto de los Rolling Stones en Nueva York durante la última gira que hicieron sus infernales majestades.

Una curiosidad: fuimos a verlo el fin de semana del estreno, domingo noche, y la sala estaba vacía. Está visto que en este bendito país, si no hay tiros, la gente no aparece por los cines ni aunque sean los Stones. Que no hay manera. Yo me esperaba algo de gente, la verdad. La sala llena a rebosar no, claro, pero alguien. Pues nada. Mejor para nosotros.

La película no es una película. Me explico. Fui un poco a ciegas, pensando que se trataba de un documental sobre la gira, pero no, luego resultó ser un concierto en toda regla, muy ocasionalmente salpicado por imágenes de archivo de la banda, con entrevistas desternillantes (como la de la presentadora nipona...). Me imagino que alguien de los presentes tendrá dvds con conciertos de alguna banda en su casa, ¿no? Pues eso, pero rodado por Scorsese. El resultado, desde luego, es el mejor concierto que se pueda rodar en película, pero claro, no es lo mismo :|. Es un recinto pequeño, un teatro neoyorkino en el que Bill Clinton dio una fiestecita o bolo benéfico e invitó na menos que a los Rolling. Como mis fiestas de cumpleaños en la piscina, más o menos. Curioso ver a Jagger y Richards saludando a la madre de Hilary -noleganoaObama- Clinton.

El concierto en sí, pues muy profesional. Esta gente, cuando no se cae de cocoteros o está demasiado drogada, se salen del parchís. Lo que pasa es que yo ya los ví en directo en Boston, y la verdad es que, como digo, pierde. Pero claro, todo vídeo de concierto pierde, lógicamente. La ventaja es poder verlos en pantallón gigantesco, con un sonido muy muy bueno, sin empujones, sin colas, por 6 euros, sentado en una butaca...

Certifico que Keith Richards da cada vez más asco. Qué pintas, de verdad. Si ese hombre fuese mi padre/abuelo me daría nosequé de acercarme a darle un beso. Y certifico también que Jagger no tiene sangre, sino heroína pura. Si no, no se puede mover tanto.

Lo dicho. Si te gustan los Stones y no los has visto en directo, o quieres rememorar los conciertos en los que has estado, no te defraudará.

J.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tan solo añadir una nota médica. La heroína no pone como una moto, más bien es la cocaína. Pero para el caso que estamos hablando, está igual de ido, así que, qué mas dá.
Salu2