lunes, 11 de febrero de 2008

No es país para viejos

El hecho de que me gusta mucho Bardem, los Coen me encantan y la novela de Cormac McCarthy No Country for the Old Men me resultó también interesante, ponían todo a favor de que la última peli de los Coen me iba a gustar. Y así fue.

El libro es claramente cinematográfico, por lo que el esfuerzo de adaptación a la pantalla ha debido de ser 'menos esfuerzo'. Los primeros compases de la cinta son calcos visuales de lo que McCarthy describe en las páginas de la novela, y el desarrollo se ajusta bastante bien a lo que nos contaba el escritor. Es cierto, no obstante, que se han quedado en el tintero algunos diálogos muy importantes, que daban algo más de profundidad al personaje de Bardem, que tocaban temas interesantes y que, en cierto modo, llevaban parte de la esencia del libro. De todas formas, ya sabemos que no se puede adaptar al pie de la letra, y no tengo nada que objetar. El que quiera saber lo que se pierde, que se lea el libro.

Los Coen han vuelto a su estilo, en la línea de Fargo, violentos, crudos y, lo que probablemente es más inquietante, realistas.

La descripción de esa América profunda, la que sostiene en el poder a su actual presidente, las zonas fronterizas con México, los turbios negocios de las mafias y el narcotráfico... dan ambientación a un grupo de personajes con sheriff viejo y cansado, asesino demente y varios cazadores cazados. Y todo ello planteado como excusa para reflexionar sobre la violencia, sobre la situación actual del mundo (aunque la ambientación sea en 1980), sobre la añoranza de tiempos pasados, verdadero eje central de la novela, y algo más difuminado (no por ello desaparecido) en la película.

El reparto es fantástico. Bardem se sale en su papel de Chigurh, el psicópata que persigue al ¿protagonista? de la historia. Tommy Lee Jones, para mí el verdadero motor de la cinta, reflexiona en voz alta, y no se acaba de creer lo que pasa en el mundo, porque sus antepasados también fueron sheriffs y no necesitaban llevar pistola. Josh Brolin huye impecablemente. La única pega, sin duda, el reparto femenino, que está bastante desdibujado (tanto el personaje de Carla Jean como su madre).

La moraleja de la película, que según he comprobado no es tan evidente para todo el mundo, se resume en uno de los diálogos sobre la muerte de un pariente del sheriff. Mientras la mujer intentaba taponarle la herida, él seguía buscando su escopeta para disparar. No es país para viejos.

J.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí me han dicho que la traducción correcta es "No le des country a los viejos" ;-)


El que firma los anónimos