martes, 2 de octubre de 2007

El libro de la polémica: El viaje a la felicidad

Con un poco de retraso, porque se me han metido algunos libros entre medias así de estrangis (de esos que atacan tu vida sin avisar, que se colocan en la mesita de noche casi sin que te des cuenta, y son tan zalameros que les das permiso), me he terminado el libro que generó un intenso debate, lleno de cuchillos tirados al aire, insultos, malentendidos y amenazas de muerte (o casi ;P): El viaje a la felicidad.

Antes de nada, una aclaración. El libro está editado por Destino, del Grupo Planeta (Planeta Agostini, Seix Barral, Espasa, Martínez Roca, Minotauro, Ariel, Paidós, Casa del Libro, ¡¡¡¡HOME ENGLISH!!!!, Antena 3, Onda Cero, La Razón...). Esto es, el amigo Polanco no está detrás (pero vamos, que si son del grupo de La Razón, también tiene que haber interesantes especímenes en la sombra).

Y ahora, al tajo. El libro en términos generales está bien. No es uno de esos libros que me vayan a marcar por el resto de mi vida, pero tiene algunas ideas interesantes. Y sí, señor Rompememes, Punset se aventura a esbozar lo que puede ser la felicidad, que queda definida de manera muy sencilla, siendo la felicidad el estado de ausencia de miedo.

El libro, por su temática, podría hacerse pasar por un manual divulgativo disfrazado de libro de autoayuda, o al revés. No lo sé, la verdad. No me he leído ningún libro de autoayuda nunca, y mis años de ciencias quedan lejanos y nublados. El caso es que el texto se deja leer medianamente bien, aunque tiene diversos problemas, a saber:

1.- O bien yo me estoy agilipollando mentalmente, o bien el autor se lía demasiado demasiadas veces, y pierdes el hilo. Además, en general me da la impresión de que hay algo que falla, algunas cosas metidas a presión, aunque no consigo detectar cuáles, o una especie de vacío de estructura, algo raro raro. Ya digo que mis capacidades científico-intelectuales están bastante mermaditas, que uno va para viejo y se aleja del método científico y demás, pero creo que el libro cuesta a ratos, aunque en otros se recorren las páginas con soltura y rapidez. Y en ocasiones, hay una profusión de nombres de científicos, investigadores, sociólogos... que abruman más que aclaran.

2.- Hay algunas ideas con las que no comulgo para nada. No creo que una persona, por el hecho de tener algún tipo de tara física (Punset pone el ejemplo del enanismo, si mal no recuerdo), está más predispuesta a ser infeliz que una persona genéticamente menos fallida. Me parece que no tengo una genética de libro, ni mucho menos, ni una salud de hierro, ni una apariencia grandiosa, pero sé positivamente que soy una de las personas más felices que conozco. Brad Pitt o Angelina Jolie no creo que sean más felices por ser más guapos.

3.- Los apuntes autobiográficos, chascarrillos y anécdotas variadas que el escritor utiliza frecuentemente como ejemplos, en vez de amenizar la lectura, distraen bastante. A lo largo del libro nos presenta a su perro, la mayor parte de su familia (de Punset, no del perro), mil anécdotas de su vida política y social... que no me acaban de cuadrar. Igual opinión me merecen los comentarios sobre su visión de la sociedad y la política.

En el lado positivo, todo lo demás. Un estudio interesante sobre las causas que provocan la infelicidad, diferenciando aspectos sociales, personales, económicos, evolutivos... bien documentado, bien estudiado, ¿mal planteado?.

La edición del libro está bastante cuidada, con una pequeña bibliografía por temas, por si te quedas con ganas de profundizar, aunque, nuevamente, algo confusa en lo tocante a epígrafes (nótese también que me he leído el libro en dos periodos separados de tiempo, y normalmente de noche, antes de dormir, que son factores que han podido desequilibrar un poco mi concepción del texto).

En definitiva, otro librito más que me ha dado que pensar durante su lectura, pero no me ha marcado ni me marcará de por vida. La ciencia cada vez se me da peor. A disfrutarlo, gente.

J.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

No se preocupe que mañana o pasado comentaré el nuevo wtc, que muy a mis pesar parece ser que es el que se ha impuesto...estoy hasta el pito de las torres de cristal. Basta ya de los 90! que ya pasaron!

Ana blanco me imagino perfectamente que se excita muchísmo imaginándose a Matías Prats lamiento una pata del Banco naranja...

Acabo de hacer una entrevista para la agencia Bassat, una de las más gordas...a ver que suerte corro. Yo he salido muy contento....

Anónimo dijo...

Lo de los pedos en la ducha siempre me ha encantado. De hecho, soy una adoratriz (lo digo en femenino, porque me gusta muchísimo más adoratriz que adorador, que suena a felador... claro que tb....) el caso es que spy una adoratriz de los pedos en la ducha. Cuando me veo de pié, con el chorro encima de la cabeza, y veo que viene el punto culminante de la salida de la cochera, me pongo la mano en el culo, hago una piscinita, y lo recibo con fervor, para luego estudiar el aroma tan cambiante que pueden llegar a adoptar por el simple hecho de atravesar unos mililitros de aguita clarita...


que rubor...

Anónimo dijo...

acabo de caer:
¿TARAO viene de TARA?





Fdo: hace falta que lo diga?

Anónimo dijo...

OLE ese imán del LIGREEE

oeoeoeoeeeeeeee

sabías que existe también el LIGRÓN?
(ve en serio)







Hace unos años viniendo de una feria en un coche, paramos en tol medio república argentina para que uno cogiera un cartel del Ligre pa llevárselo a casa. (Cartel que de cerca es uchísimo más grande (y además como de madera) y que por poco no cabe en el coche.



Y esa ha sido mi anécdota de hoy.

HU! Ha!

Anónimo dijo...

(va*)

Rompememes dijo...

Je, pues no has jugado limpio, que no as contado tu peor anécdota respecto al libro: esa de que vas y te lo compras, y al día siguiente te sacan la edición barata :DDD

Y si la definición de felicidad de Punset es la ausencia de miedo, como corolario se obtiene que la felicidad es imposible, ya que hay miedos imposibles de eliminar (el miedo y el temor son inherentes a cualquier animal). Y para ese viaje no necesitábamos alforjas :P

Rompememes dijo...

Nota: ese "as" que aparece en la primera línea es con hache (mala pasada del teclado)

Manuel dijo...

El ínclito Punset es un tipo al que soporto poco tirando a nada, por lo que no me sorprende que a partir de una base "científica" bastante sospechosa se haga unas pajas mentales importantes para llegar a una conclusión que ya tenía pre-establecida y que no se sigue en absoluto del argumento.

Al tipo le encanta escucharse y está encantado de conocerse por lo que el tema de las anécdotas que no vienen al caso o la pérdida del hilo argumental es bastante habitual.

Esto sólo confirma lo que ya sospechaba, que este libro se acerca más a alguno de Paulo Coelho que a alguno de Richard Dawkins.

Anónimo dijo...

Ya tiene vd mis actualizaciones listas. La Freedom Tower y la Menstruación...una por cada lado...

Anónimo dijo...

Efectivamente, el hotel es el Hilton Millenium, y bueno, ese en si, no lo veo muy mal...pero vamos, con la arquitectura tan total que hay por esa zona, el Chase Manhattan bank, el edificio del ayuntamiento, el Bank of Manhattan...todos tan de su tiempo, de repente meten esa modernidad tan propia de una shanghai, y me da ami que queda como muy "pegote moderno" en medio de aquello. Por supuesto te doy la razón...

Yo hubiera hecho algo más acorde con aquello...con otra imagen. Las torres del beso las veo mucho más acorde, más newyorkinas, más dramáticas...mucho mejores...pero hijo, todo será especulación y cosas de este tipo, que al final terminan poniendo un pastiche. Luego llegará el momento que nos acostumbraremos y diremos: "pues no quedan tan mal, hombre", pero vamos...

Yo creo que este proyecto lo deben ver como más..."moderno" y más "futurista", en general, y quizás por eso gustó más, pero vamos, que se les come un poco la cabeza, se les dice que lo de foster es mejor, y caen. Seguro. Ellos son así.

Un placer formarte odiseas postdesayuneras...